domingo, 8 de abril de 2012

¿Ya no existen los hombres buenos?

¿Ya no existen los hombres buenos?


Las relaciones interpersonales siempre han sido difíciles y complicadas, en estos días sin embargo, a veces parecen imposibles. En particular, las mujeres de ahora expresan que ya no existen “hombres buenos”. Se lamentan de que los hombres siguen siendo unos niños y no maduran, que no asumen responsabilidades. Hombres que no son “apasionados” en sus sentimientos u hombres “patanes” que faltan al respeto, ignoran sus necesidades y les rompen el corazón.
¿Qué está pasando? ¿Los “hombres buenos” se esfumaron? Personalmente, me gustaría expresar una hipótesis alternativa. Las mujeres han sido puestas en una situación insatisfactoria de doble vínculo.
Diferentes tipos de amor.
a)     Lujuria. Sentir deseo sexual.
b)     Atracción. Encanto y motivación para buscar y elegir al compañero.
c)     Apego. Sentimientos de unión, al compartir un hogar, obligaciones y derechos de pareja, defensa mutua y seguridad.
Cada uno de estos “tipos de amor” pueden tener orígenes muy diferentes y ser expresados independientemente para diversas personas. Por ejemplo, una mujer puede encontrar que ella desea a su pareja, se siente atraída por él y se siente vinculada (quizás esto sería lo ideal). Otra mujer podría codiciar a un hombre, sentirse atraída por un segundo, y se sienta cómoda y segura con su pareja.
Estas diferencias en “quién” deseamos, nos sentimos atraídos y hacia quien nos sentimos apegados, crecen porque cada sentimiento tiene un origen independiente. La lujuria y la atracción son a menudo los sentimientos más profundos, primitivos y sin control. Por lo general, no es posible “elegir” por quien nos sentimos atraídos. Estos sentimientos son más propensos a provocarse automáticamente a partir de ciertas señales en una persona. Para las mujeres, esas señales masculinas atractivas pueden incluir el atractivo físico, condición social, clase social, la ambición, estabilidad e inteligencia.
El vínculo, sin embargo, puede ser más que una elección consciente. Es posible “decidir” con quién compartir una casa, como dividir las responsabilidades y elegir a alguien basándose en criterios de seguridad. Por lo tanto, las decisión de vínculo, son a menudo más fuertemente influenciadas por normas sociales y prácticas culturales. Piensa en la “Lista de deseos” que las mujeres tienen para el “hombre perfecto”
El dilema actual
La frustración de las mujeres en la actualidad es por el doble vínculo. En particular, se produce entre el tipo de hombres que las mujeres encuentran atractivos (origen biológico) y el tipo al que decidan apegarse (instrucción social). Entremos un poco en detalles:
Socialmente, la mujer de hoy se fomenta (y quizás se espera) que lo haga todo. Esto, en sí mismo, por lo regular causa un estrés extremo en la “super mujer” y “super mamá”. Las normas sociales le dicen que se espera que sea exitosa en el trabajo, lleve su casa, críe a los hijos perfectos, ser guapa y simpática, inteligente, de gran alcance y esté siempre en control. Es una tarea difícil.
Teniendo en cuenta dichas instrucciones sociales, las mujeres están motivadas a “elegir” a un hombre, por lo bien que encajan con su plan de vida, metas e ideales. Esencialmente entonces, algunas mujeres escogen “apegarse” a hombres que son cooperadores, agradables, apoyadores y que a menudo toman la delantera en las áreas que las mujeres consideran importantes. Culturalmente los “patanes” no son considerados como la “pareja ideal” para apegarse.
Desafortunadamente, muchos de esos rasgos masculinos culturalmente “indeseables”, son similares y superpuestos con los rasgos que son biológicamente atractivos. Aunque no siempre es cierto, por lo regular el hombre que es inteligente, de alto status, y ambicioso, es poco probable que en un segundo plano, pueda seguir y entregarse en una relación romántica. En términos generales, los hombres que tienen características de “liderazgo”, quieran llevarlas a cabo en muchas situaciones.
Con esos dos sentimientos yuxtapuestos, las mujeres se sienten, a menudo, insatisfechas en el amor. Muchas de ellas suelen fluctuar entre los “chicos buenos” y los “patanes” en su vida amorosa. Se sienten atraídas por los “patanes” por su estado, la ambición y el dominio; solo para ser herida cuando estos hombres no viven de acuerdo a la norma cultural de cooperación y consideración que tendría un “buen chico”. Entonces las mujeres pueden inclinarse por el chico que culturalmente es “bueno”, sólo para descubrir que se aburren, que su libido disminuye, y que sus ojos se enfocan en los “patanes”. De cualquier manera, encuentran sus relaciones en gran medida como frustrantes e insatisfactorias.
Algunas mujeres hacen esto al respecto…
1)      Aprender a amar como líder. Una de las estrategias adoptadas por algunas mujeres es aprender a amar, siendo líder de un “buen chico”. Una mujer de negocios, una “cougar” o incluso una “dominatrix”. Todas estas mujeres disfrutan estar a cargo, con el poder y que sus deseos sean cumplidos. Conseguir lo que quieres puede ser muy atractivo después de todo. Este enfoque dominante puede tener un lado negativo en el resentimiento y la rebelión, por lo tanto, hay que ser considerada.

2)      Siguiendo con prudencia. Otras mujeres optan por ser cautas en el amor, en busca del chico “correcto”, y disfrutando de su atracción hacia un líder fuerte y masculino. Estas mujeres evalúan y ponen a prueba a los hombres para encontrar a la persona correcta, un tipo que se lleva con sus esperanzas, sueños y metas en mente. Por lo tanto, se encuentran con un hombre con fuertes atributos y atractivos a punto de “desmayarse” pero que no terminan siendo unos “patanes”.

3)      Combinado. A algunas mujeres, les gusta unirse a “lo mejor de ambos mundos”. Sí, el poliamor, las relaciones abiertas o un novio guapo a lado. La psicología evolutiva indica que las mujeres a veces usan esta estrategia para buscar la asociación más estable, el apoyo de un hombre y por otro lado, los mejores genes. Cuando las mujeres no encuentran todo en una sola persona, algunas optan por “mezclar y combinar”.

4)      Negociación, intercambio y balanza. Por últimoalgunas mujeres optan por negociar y compartir los roles de liderazgo con su pareja. Se reparten las tareas y deberes de la vida en diferentes áreas, entre ser “el jefe” de cosas diferentes. De esta manera, todo el mundo tiene un poco de liderazgo, responsabilidad, amabilidad… y por lo tanto, la atracción y el apego también.

En conclusión…
Las intenciones siempre son puras. Uno siempre quiere hacer lo correcto, pero tenemos una necesidad de empujar los límites y a veces llevamos las cosas demasiado lejos. Todos escuchamos advertencias y las ignoramos. Creemos en nuestra “suerte” y jugamos con fuego. Es la naturaleza humana, cuando se nos dice que no toquemos algo, lo hacemos. Tal vez porque en el fondo queremos meternos en problemas.
Uno puede buscar el consejo de los demás, rodearse de “asesores de confianza”. Pero al final, la decisión siempre es de uno y sólo de uno. Al momento de actuar, al estar con la espada contra la pared, la única voz que importa es la que tenemos en la cabeza. La que te dice, lo que ya sabías. La que casi siempre tiene la razón.
Las relaciones implican “costos y compensaciones”. Doble unión y frustraciones desconocidas. Lágrimas y risas, placer y dolor. Autoconocimiento y congruencia, privación y libertad, pero con el paso de los años… ¿se hacen más exigentes las mujeres? ¿Aumenta la soberbia o los miedos? La voz silenciosa pero aturdidora de la sociedad ¿las agobia? Preguntas a las cuales no tengo respuesta, pero sí cada una de ellas la tiene, respuestas que varían de mujer a mujer y quizás también con el paso del tiempo en cada una de las mismas.
He descubierto que el esfuerzo combinado con indiferencia es la fórmula del éxito. No siempre las opciones son las mejores, pero la satisfacción se puede obtener con un poco de conocimiento.  Les deseo lo mejor en está búsqueda… sin importar cuál sea su elección.
FUENTE:

About Humberto Rodriguez

Licenciado en Psicología ~ Universidad Iberoamericana... Hijo, Hermano, Amigo, Compañero... Terapeuta - Terapia Asistida por Delfines... Sarcástico Involuntario y Comprador Compulsivo de Películas... @Burrito_H

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